El objetivo básico de la Educación Primaria es proporcionar una educación que favorezca el desarrollo y bienestar del alumnado, fomentar el desarrollo personal para que se integre en la sociedad a la que pertenece, en la que actúe de forma autónoma y creativa.
Promover en el alumnado hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y responsabilidad en el estudio así como actitudes de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa personal, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje.
Conseguir una socialización individual adecuada para lograr actitudes de convivencia democráticas. Para ello será necesario incidir en la expresión y capacidad de comunicación, anticiparse a los conflictos y capacitarse para resolverlos pacíficamente. Conocer y valorar positivamente las diversidad de personas y sus culturas, respetar y comprender las capacidades y valores que regulan la convivencia en sociedad.
La Educación Primaria debe proporcionar a todos los niños y niñas una educación que permita afianzar su desarrollo personal y su propio bienestar, adquirir habilidades relativas a la expresión y comprensión oral, a la lectura, a la escritura y al cálculo, así como desarrollar habilidades sociales, hábitos de trabajo y estudio, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad, como también conocer y valorar su entorno natural. social y cultural.